CUANDO ME LLAMES

CUANDO ME LLAMES

Concédeme, Señor, cuando me llames,
que la obra esté hecha;
esa obra que es tu obra
y que me diste que yo hiciera.

Pero tambien, Senor, cuando me llames,
 concédeme que todavía tenga
 firme el paso, la vista despejada
 y puesta aún la mano en la mancera.

Yo se bien que cuando al cabo falte
mi mano aqui, tu sabia providencia
otras manos dará, para que siga
Sin detenerse nuestra siembra!