Un pastor americano miró a los hermanos parados en la iglesia. Como no hablaba muy bien el español, en vez de decir, “Vénganse todos, que aquí hay bancas,” él lo dijo así: “¡Vénganse toros, que aquí hay vacas! L.D., Pierson, FL, EE.UU.
Un pastor americano miró a los hermanos parados en la iglesia. Como no hablaba muy bien el español, en vez de decir, “Vénganse todos, que aquí hay bancas,” él lo dijo así: “¡Vénganse toros, que aquí hay vacas! L.D., Pierson, FL, EE.UU.