PASTOR DIVINO
Pastor que cruzando vas
el desierto de una vida
y olvidando lo demás
buscas la oveja perdida;
Pastor que en zarzas te hieres,
Pastor que el desierto abrasa
¿qué es lo que en tu pecho pasa
que por esa oveja mueres?
Pues si a esa ingrata le quieres,
Pastorcito, entonces di
¿también querrás a mí?
¿No es mejor volver atrás?
que esa que buscando estéas,
rendida al amor por Ti,
no te dejará jamás,
Y tu corazón alegra,
que es oveja ingrata y negra
que tu amor abandonó,
esa oveja loca y vieja,
Pastorcito, esa soy yo.
José L. Carreño, S.D.B.