*La Belleza de tu Esposa, Devocional*

La Belleza de tu Esposa

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No importa cuán joven o vieja, perfecta o imperfecta, confiada o temerosa, madura o inmadura sea ella, a toda mujer le gustaría sermás bella de lo que es. Y la mayoría de las mujeres no creen ser tan hermosas como son en realidad. Nunca he conocido a una mujer que no se sienta halagada cuando le dicen que es her¬mosa, especialmente si se lo dice el hombre de su vida. Si encuen¬tras a una mujer que no quiera que le digan que es hermosa, es porque tal vez transcurrieron muchos años sin escucharlo, o quizá cuando lo escuchó, de alguna manera la violaron por esa causa. Cualquiera que sea el caso, su respuesta es producto de una herida.

Dios creó a todas las mujeres hermosas. Las mujeres de la Bi¬blia como Sara, Raquel, Rebeca y Ester, eran excepcionalmente hermosas, y ¿quién podrá dudar de la belleza de María y de Eva? Un aspecto esencial en cada mujer es el deseo de ver hermosura, en ella misma y en el ambiente que la rodera. Es un instinto natu¬ral que Dios le colocó porque Él quiere que ella lo desee, al más hermoso de todos. Él quiere que ella contemple «la hermosura de Jehová» para que así pueda reflejar Su hermosura (Salmo 27:4). El asunto primordial que hace a una mujer sentirse hermosa es saberse amada. Es por eso que tener el Espíritu de Dios moran¬do en su interior y pasar tiempo ante la presencia de Dios en ala¬banza y adoración, es el tratamiento de belleza más efectivo que existe. Su amor la embellece por dentro y por fuera.

El amor del esposo también hace que una mujer sea hermosa. Una mujer que no es amada se seca y muere. Una de las razones por las cuales la crianza de los hijos llega a convertirse en una expe¬riencia tan satisfactoria para la mujer es porque a través de ella y hacia ella fluye el amor y el afecto todo el día. Sin embargo, con todo lo grande que es este amor, ella necesita mucho más del amor de su esposo. Su amor la satisface como persona. La enrique¬ce. La hace sentirse hermosa. Y toda esa bondad fluye de regreso hacia él. (Mi esposo siempre me dice que soy hermosa, aunque esté en uno de mis peores momentos. A veces le digo que mi esperanza es que nunca vaya a examinarse la vista. Pero cuando él me lo dice, siempre me siento hermosa).

Tu esposa es bella. Aunque no sea una mujer perfecta, hay belleza en ella. Esto lo sé porque si no hubieras visto belleza algu¬na en ella, no te hubieses casado. Ningún hombre se casa con una mujer si no encuentra algo bello en ella. De alguna manera ella lo atrajo. Y no importa el tiempo que lleven de casados, siempre po¬drás hallar hermosura en tu esposa, si es que la amas tanto como para identificar su hermosura y decírselo. Mientras más tiempo pasa un hombre estimulando a su esposa a sentirse hermosa, más hermosa será. Pero déjame recordarte que las mujeres son muy dife¬rentes de los hombres. Hay un libro muy popular cuyo título su¬giere que los hombres y las mujeres proceden de diferentes plane¬tas. Creo que esta es una declaración demasiado modesta. En reali¬dad los hombres y las mujeres proceden de diferentes galaxias. Es por eso que de ningún modo una mujer podrá ser como un hom¬bre y seguir siendo mujer. Así que, aunque no puedas entender cabalmente la importancia de orar por la belleza de tu esposa, tendrás que creerme en cuanto a esto. Sé de lo que estoy hablando, así que por favor, escúchame con detenimiento. Cómo se siente tu esposa respecto a sí misma, a la postre es tan importante para tu fe¬licidad como lo es para la de ella.

Aunque no seas responsable de la imagen que tu esposa tiene de sí misma y que trajo al matrimonio, sí puedes contribuir de for¬ma positiva o negativa, a la imagen que ella puede desarrollar. Tus palabras tienen más poder para sacar a relucir la belleza de tu esposa, de lo que jamás soñaste. Cierto día mi amiga Terry andaba de compras con su esposo en una tienda pordepartamentos, cuando ella le preguntó: «¿Quieres algo de lo que aquí hay?», su esposo Michael se viró hacia ella y le dijo: «Tú eres lo único que quiero de este lugar».¿Quién dudaría que estas palabras la hicieron sentirse hermo¬sa? Esta es la clase de palabras a las que me refiero. Si a tu esposa la desvalorizaron y cuando joven sus padres, sus hermanos o sus compañeros la hicieron sentir que carecía de todo atractivo, es posible que ahora ella no se atribuya ningún valor o belleza. Aunque otras personas le digan lo contrario, solo dos per¬sonas lograrán que ella crea que es hermosa: Dios y tú. Pero ni si¬quiera tú podrás convencerla de que es hermosa, si Dios no le ha¬bla primero. No importa lo mucho que un hombre le diga a una mujer cuán hermosa y valiosa es, si no lo cree en su interior, nunca será suficiente. Es aquí donde tus oraciones lograrán toda la diferen¬cia. Tus oraciones la liberarán de las mentiras del pasado y le permi-tirán escuchar la voz de Dios susurrando la verdad en su corazón.

Tus oraciones también la ayudarán a encontrar el equilibrio entre la arrogancia y la autoflagelación. Y cada mujer debe encon¬trar tal equilibrio para tener una imagen saludable de sí misma. Nadie desea estar con una persona que constantemente se censura por carecer de todo atractivo. Y nadie puede tolerar a una mujer tan engreída que se crea ser más bella que nadie.Aunque la mayoría de las mujeres no caen en ninguno de estos dos extremos, son muchas las mujeres que no se consideran ser tan atractivas como son en realidad. Esto es debido a que constante¬mente las mujeres reciben una avalancha de imágenes sobre lo que el mundo considera ser una mujer atractiva. Si no tiene cierta talla, con ciertas medidas y cierto tipo de cabello, ojos, labios, piel, le hacen creer que no es atractiva. Ora para que tu esposa sea libre de la tiranía del espíritu de este mundo y enfoque sus ojos en la belleza del Señor. Su reflejo la hará ser más hermosa que ninguna otra cosa. La necesidad femenina por este tipo de afirmación comienza a temprana edad. Todos los domingos para ir a la iglesia yo vestía a mi hija, cuando solo tenía dos años de edad, con uno de sus her¬mosos vestidos. Le decía que se veía muy bella, y me daba cuenta de que esto le agradaba. Entonces la enviaba a la próxima habita¬ción para que le modelara a su padre. Si él se percataba de su pre¬sencia y le decía que lucía hermosa, ella resplandecía como una luz. No importa la edad que una mujer tenga, recibir este tipo de aprobación del hombre de su vida, la hará resplandecer de satis¬facción. Así que, no solo debes decirle a tu esposa cuán hermosa es, sino también a tu hija. Ella necesita escucharlo de ti, más de lo que te puedes imaginar. Y si ya lo hiciste, díselo también a tu mamá y a tu abuela. No importa si la mujer en tu vida tiene 2 ó 102 años de edad, tú tienes el poder de encender la luz.

Por favor, ora por tu esposa para que:
• Sepa que Dios la ama.
• Perciba en sí misma la belleza del Señor.
• Sienta que tú la amas.
• Se valore a sí misma.
• Separe tiempo para cuidarse.
• Sepa cómo ser más atractiva.
• Siempre piense que es hermosa.

Dice Michael Omartian:
Nosotros los hombres tenemos la tendencia de minimizar la im¬portancia de que nuestras esposas se sientan hermosas. A veces me pregunto por qué razón Stormie se esfuerza tanto para mantener¬se atractiva. No me malinterpreten, yo aprecio los resultados, pero el asunto es que ella percibe su belleza como un aspecto integral de su persona, igual que la mayoría de las mujeres, así que para mí es importante orar para que perciba la belleza que Dios depositó en ella. Pero además de esto, mi esposa nunca tuvo padres ni fami¬liares que le dijeran que era hermosa, de hecho, fue todo lo con¬trario. Así que se crió convencida de ser atractiva.
Después de una reciente intervención quirúrgica de emergen¬cia, Stormie me dijo en un tono bastante desalentador: «Michael, hoy viste mi peor cara», a lo que le respondí: «¡Querida, tú ves mi peor cara todos los días!». Los hombres ejercemos un profundo efecto en la autoestima de nuestras esposas, cuando las animamos y le decimos lo bellas que son.En el área de la belleza, mi oración por Stormie es que Dios refleje su belleza a través de ella. ¡Y crée¬me, está funcionando!

Oración de Poder.
Señor, te ruego que le des a (nombre de la esposa) «el incorrup¬tible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de gran es¬tima delante de Dios» (1 Pedro 3:4). Ayúdala a apreciar la be¬lleza que depositaste en ella. Ayúdame a recordar que debo animarla y decirle palabras que la hagan sentirse hermosa.
Donde cualquiera en su pasado la convenció de que no ser atractiva e inferior a la persona que tú creaste en ella, te pido que reemplaces tales mentiras con tu verdad. No permitas que ella recuerde una y otra vez cualquier palabra hiriente que es¬cuchara en el pasado. Te pido que ella no considere su valor se¬gún las apariencias, sino en tu Palabra. Ayúdala a verse desde tu perspectiva. Convéncela de lo valiosa que es para ti, para que también yo pueda convencerla de lo valiosa que ella es para mí.

Muéstrale a mi esposa cómo cuidarse bien. Dale sabiduría para saber cómo vestirse y adornarse, de manera que siempre realce su belleza y glorifique tu nombre. Pero hazle recordar que el tiempo invertido ante tu presencia es el mejor de todos los tratamientos de belleza. Que mi esposa sea hermosa en cada aspecto, y que todos puedan ver la belleza de tuimagen reflejada en ella.

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